Tonto el que lo lea

Ahora que mi vida es lo más parecido a un drama griego, no se me ocurre otra cosa que recomendaros de entre los mejores artículos que he leído.

The Tinkerings of Robert Noyce. How the Sun Rose on the Silicon Valley
Gigantesco artículo que todo el aficionado a la informática debería leer. Escrito por Tom Wolfe en 1983, narra el contexto en el que nació Sillicon Valley y la cultura de las startups tecnológicas. Lo más sorprendente de todo es el papel que tiene Intel, una empresa que aún hoy en día, sigue a la vanguardia dentro de sus productos.

Meet Your Neighbor, Thomas Pynchon. Introducción a la figura enigmática de este escritor norteamericano. Sobre todo destaca por narrar que ese enigma no es tanto un deseo del autor, sino algo que se ha ido creando con el paso del tiempo, en parte por confusiones. El escritor sólo ha decidido seguir el juego, porque son todo ventajas para él. ¿Quién no querría ser famoso sin ser famoso?

El departamento de casos archivados de la Policía de los Ángeles. Un departamento creado para investigar casos antiguos que podrían ser fáciles de resolver gracias a los análisis de ADN y búsquedas de huellas dactilares. Ese departamento ha solucionado decenas de casos, muchos de asesinatos, décadas después de haberse producido, con los criminales viviendo en la esperanza de haberse librado para siempre de su condena.

En especial destacaría una cita a uno de los casos. Una chica llega a casa de su hermana y se la encuentra brutalmente asesinada. Sale corriendo a la calle, gritando. Veinte años después, esa horrorizada hermana comenta en una discoteca con un policía aquel caso. Ese policía decide echarle una mirada de nuevo. Tenían una huella dactilar no identificada. Ahora con una simple consulta a la base de datos se localiza al sospechoso. La policía lo cita en la previa a su detención. Los policías le dicen que es para hablar de una investigación. El tipo dice “¿Ah, es de aquel caso de hace veinte años?” Resulta que ese chico estaba en casa de un amigo el día del crimen y fue el que se tropezó con la hermana que corría gritando. Él fue el primero en entrar en la casa, tratando de ayudar. Cuando llegó la policía, sacó a todo el mundo de la casa. Tan cerca, pero no fue él.

Ted Bundy. Artículo de la Wikipedia de un asesino en serie de los más prolíficos y al que casi no pueden condenar por falta de pruebas e ineptitud policial. Después de su detención consiguió escapar y continuar su cadena de asesinatos, hasta que finalmente fue detenido de nuevo. Moraleja: no dejes que tus hijos descubran tu colección de pornografía antes de que cumplan los diez años.

Mi obsesión con un café y un donuts. Una frívola y entrañable historia muy común entre las personas que han vivido alguna vez en una gran ciudad. Quieres un producto, en este caso una combinación, y sabes que es posible encontrarlo. La búsqueda, obsesiva y compulsiva, de ese donut y un buen café por parte del autor, a través de todo Nueva York.

Bubble Boys. La vida, alejada de la realidad, de los jóvenes que entran a trabajar en empresas tecnológicas del Sillicon Valley. Como estrellas de cine, rechazan ofertas que harían llorar a comunes mortales. Trabajar en Google es demasiado poco. En un submundo tan excesivo, todos se creen con derecho a aspirar a ser el próximo Mark Zuckerberg (fundador de Facebook).

La historia de un ladrón de casas, de una habilidad portentosa. Un personaje de novela, criado en Gijón, acabó siendo el azote de la policía californiana, con sus robos perfectos durante años. Un enfermo del delito, vivía en forma muy modesta, simplemente guardando todo lo que robaba.

Match.com, desde dentro. El artículo se centra en lo bueno que es el nuevo algoritmo de compatibilidad de la empresa líder en páginas de contactos. Y eso es de por sí interesante. Pero aparte de eso, narra entre líneas algo que no se suele decir mucho de las grandes páginas. Y es que antes de salir “oficialmente” suelen rellenar con contenido de dudosa legalidad sus portales. Anuncios de otras páginas, contenido inventado. O como en el caso de Match.com, perfiles de todos sus empleados, sin importar si buscaban pareja o no. Por suerte o por desgracia para el fundador, su entonces mujer acabaría dejándolo por otro hombre que conoció a través de Match.com. Y ella se apuntó en la página porque él se lo pidió, para rellenar. Una ironía interesante.

Confesiones de un vendedor de coches. Un artículo muy largo, que trata sobre cómo un periodista se infiltra, trabajando durante un mes como vendedor de coches, para narrar las triquiñuelas desde dentro. Al final lo único que consigue es despertar ternura hacia las personas que se dedican a una profesión que es dura y poco valorada socialmente.

Orsai. Desde casa. Fascinante ver la visión de un argentino que, antes de la debacle, emigró a España. La situación se está revirtiendo. España es un país estancado, Argentina un mundo donde no dejan de surgir oportunidades. Las revistas que venden hacen más dinero en Argentina que en España. Una de las peores cosas que nos va a tocar entender a los españoles es esa pérdida de prestigio relativo en el orden mundial. Es muy difícil situarse en la realidad cuando esta va cuesta abajo.

Jubilación anticipadísima

Una lectura bastante interesante, por lo inusual de la temática, es el libro de Early Retirement Extreme (jubilación anticipada extrema). En él, el autor trata de crear una guía de los pasos necesarios para poder jubilarse a una edad muy temprana. Pero ante todo lo que acaba mostrando es su inusual forma de vida, cómo llego hasta ella y la justificación filosófica que la sustenta.

Normalmente las personas que viven al margen del sistema, salvo cuando lo están porque este no les ha dado ninguna facilidad, ofrecen una imagen muy diferente a la de este escritor. Suelen defender una cultura de “lo alternativo”. Uno piensa en fumadores de porros, aspirantes a comuneros, trenzadores, artesanos de baratijas y percusionistas. Naturista, ecologista y vegetariano.

Está claro que esto no es más que un estereotipo y que por lo tanto es de por si fallido. Pero cuando uno ve esas congregaciones de personas que se muestran “al margen del sistema”, los que llaman la atención son los que llevan ese aspecto. Entre los que nunca te fijarías, se encuentra Jacob, el autor de este libro.

Otrora un físico que trabajo en puestos de razonable responsabilidad e importancia, el autor decidió jubilarse lo antes posible, nada de 65, 67 o una generosa jubilación a la Telefónica, con 50 años. Él se planteo la jubilación cuando tenia menos de 30 años y su objetivo era conseguirla en apenas cinco.

La lógica matemática dice que para conseguir esto, si quieres mantener tu nivel de vida, tienes que tener ahorrados cerca de un millón de euros que, invertidos a un tipo de interés razonable, y con un riesgo mínimo, dan el equivalente al sueldo medio. Hay ya algunos libros y artículos al respecto. Si quieres jubilarte, sólo tienes que conseguir esa cantidad de dinero y mantener tu tren de vida actual (nada de comprar ostentosos Ferraris o tendrás que trabajar tarde o temprano).

Jacob le da una vuelta de tuerca al tema: si bajas tu nivel de vida, las necesidades de ahorro descienden drásticamente. Es decir, que si ahora vives con un sueldo de 20.000 euros al mes – que no se enfaden los millones de parados o los extranjeros que vean esa cantidad desorbitada – y mas o menos tu nivel de gasto se corresponde con esos ingresos, si consiguieras acostumbrarte a vivir con la mitad de esos ingresos, algo que mucha gente se ha visto obligada a hacer por la crisis, tus necesidades de ahorro para conseguir esa jubilación no serian ahora de 500.000 euros, sino de mucho menos. Y en cuanto mas austero sea tu modo de vida, menos dinero necesitas tener en el banco para poder vivir el resto de tu vida sin tener que trabajar.

En su blog, el autor del libro cuenta que el es capaz de vivir por unos 5.000 euros al año, sin vivir de lo que encuentra en las basuras, depender de un piso de protección social o de ningún tipo de ayuda social. Una vida muy modesta pero parecida a la que tenemos todos.

Mejor que el libro, tal vez, sea leer su blog, que abunda en artículos muy interesantes sobre su forma de pensar en numerosos aspectos de la vida cotidiana. Un detalle importante de la filosofía del autor es que no se opone al dinero, ni es un radical en ningún aspecto. Tiene una visión pragmática admirable. Seguramente mantendría el mismo modo de vida que todos nosotros si pudiera permitírselo, salvo algunas modificaciones inexcusables. Pero como quiere no trabajar, porque trabajar es normalmente algo muy desagradable y que nos consume a todos, pues ha optado por todos esos recortes.

Para entender su modo de vida, basta con fijarse en su propio libro. Lo ha editado él mismo, tanto en formato físico como en digital. El libro digital lo vende en Amazon a unos 10 dólares y yo lo he comprado. El libro físico cuesta unos 20 dólares. Aunque Jacob es un defensor del trueque, del dar cosas a cambio de nada y de vivir de forma barata, no regala su libro. Y el precio de 10 dólares esta lejos del precio “recomendado” por los defensores del todo gratis, en torno a los dos-tres euros (mejor dólares, ¿No?).

A pesar de tener una pagina de bastante éxito, su libro ha vendido unos 4.000 ejemplares, que le habrán reportado un beneficio de unos 10.000 dólares como mucho. Puede parecer que es mucho dinero, sobre todo para alguien que puede vivir con ese dinero durante más de un año. Si lo hubiera vendido mas barato, tal vez habría conseguido mas ventas, pero no mas ingresos. Si lo hubiera regalado, quizás hubiera tenido 50.000 descargas o 100.000 o 1.000.000.000. Ahora bien, en un mundo de todo gratis, eso no significa nada. No se traduce en lectores reales, en potenciales simpatizantes de su forma de pensar. Esa cifra de descargas es un numero indeterminado, infladísimo, de significado incierto. Pero tener a 4.000 personas que han pagado 10 dolares es algo real y concreto. El autor no busca enriquecerse – no podría, con un libro así – pero tampoco quiere inflar su ego creyendo que tiene a un numero de simpatizantes que no es real. Jacob se ha movido en un terreno deslizante: su libro es barato pero no esta regalado. Ha intentado evitar los intermediarios para maximizar su beneficio. Pero al mismo tiempo, consigue algo de dinero que se supone que no necesita.

Y es que uno de los pilares de la forma de vida propuesta por el autor, es que uno debe cambiar la mentalidad, pasar de ser un “asalariado” a pensar en forma mas emprendedora. El libro es una forma de obtener ingresos, por tiempo idefinido. Muy modestos, pero continuados en el tiempo. Trabajando, trabajas hoy para cobrar el sueldo de hoy. Lo que hagas en el día no tendrá ninguna transcendencia en el futuro para tu bolsillo.

Al mismo tiempo, el autor no trata de defender una cultura de la inactividad. Aunque dispone y disfruta de muchas horas de ocio, también se esfuerza en tareas productivas que le resultan gratificantes, como ha sido la escritura de ese libro, o el mantener su blog y foro. Que yo sepa no tiene conocimientos ni interés en la fabricación de pulseras o en desarrollar el virtuosismo tocando el tam-tam.

Mucha gente se encuentra con un modo de vida similar al defendido por el autor por pura necesidad. Los parados, tarde o temprano, empiezan a adaptar sus patrones de comportamiento a la existencia de un sueldo pírrico. Los becarios y dudosos beneficiarios de un primer empleo, tratan de integrarse en una vida normal con una economía de guerrilla. La vida da muchos palos y siempre es bueno estar preparado para recibir otro, saber ponerse en una situación así: como vivir si no tienes ingresos o apenas si los va a tener.

Gran parte del esfuerzo del libro trata de demostrar el absurdo que supone vivir de trabajar para otros. Aunque algo exagerado, en muchos puntos acierta por completo, sobre todo cuando uno reflexiona sobre hasta que punto el hecho de trabajar tantas horas condiciona el resto de nuestro vida. ¿Quién no se ha comprado el coche pensado en el trabajo, en si es fácil o no aparcar o si tiene que hacer muchos kilómetros? ¿Quién no elige los colegios, los gimnasios y hasta los amigos en función del trabajo? Se corre por la noche no porque sea lo idóneo, sino porque es cuando se vuelve de trabajar. El numero de hijos que una pareja tiene depende ante todo del trabajo de cada uno de ellos, y no de que sea mejor o peor, sino de las horas de ocio que facilite. Se come y se duerme en función del trabajo.

Muchos llegamos a un momento de hartazgo de ese sonar del despertador. La mayoría opta por jugárselo todo a la carta de la lotería, sin verdaderas esperanzas pero con la resignación del que al menos lo ha intentado. Jacob plantea una forma alternativa e interesante de vivir. Lo interesante de su sistema es la conjunción de ideas “alternativas” sin entrar en el kit de ser un antisistema, anti-higiene, vegano, defensor del comercio justo y fanático de las energías limpias.

Precisamente la forma de vida de Jacob es perfectamente posible en tanto en cuanto sea minoritaria. Si todos hiciéramos lo que él, el sistema se vendría abajo. Su forma de vida recuerda a los que subsisten de ayudas sociales. Son pocos, tienen casa, algo de comida, sin tener que esforzarse. Teniendo resuelto el problema del techo, vivir es la cosa mas barata del mundo, ni siquiera hace falta recoger cobre abandonado o robar teléfonos móviles.

Porque el modo de vida propuesto es razonable: no intentes ser clase media en un mundo en el que para serlo se te exigen unos niveles de consumo determinado (ropas de marca, coches, ipads, móviles) sino teniendo necesidades y lujos cubiertos. Una casa donde vivir, luz eléctrica, agua corriente, comida caliente y sana. Lo que hace 20 anñs se llamaría clase acomodada.

De entre todos los gastos a controlar, el mas importante de todos es la vivienda. No importa si compras o alquilas, tus gastos mensuales mínimos van a estar condicionados casi en su totalidad por lo que gastes en vivienda. Así, promueve que uno sea lo mas morigerado posible en la compra o alquiler de la casa. Eso si, evitando vivir en lugares ruinosos o penosamente comunicados. Porque vivir en el quinto pino es trasladar los gastos de la casa hacia el coche. Desvestir a un muerto para vestir a otro.

Jacob vive en una autocaravana, que esta aparcada en un camping y sin intención de moverse. Lo hace porque vive en San Francisco – ciudad idónea para estos tipos de vida alternativos – pero que también es una ciudad bastante cara. Pero para el lo ideal es tener una casa de un solo dormitorio. El tener varias, para posibles invitados, o tener varios baños para situaciones hipotéticas que se dan cada mucho tiempo, es un gasto que, haciendo la cuenta, nunca compensa.

Dependiendo de donde se vida, puede ser totalmente innecesario el tener un coche. Y si se tiene, procurar que sea uno pequeño, barato y robusto.

De los siguientes gastos a tener bajo control, el mas alarmante son las salidas a comer fuera. Algo muy común en España, la muestra principal de que ese es el pozo sin fondo del dinero “extra” o los lujos que merecemos, es ver como la gente que se compra una casa se ve obligada a dejar de salir y sufre duramente los primeros meses de tener que comer siempre en casa. Lo cierto es que casi todo el mundo gasta en comer fuera “todo lo que puede”. Si uno se resigna a limitar extremadamente las salidas, los gastos se minimizan en forma dramática. En la misma linea de gasto se pueden incluir los viajes, algo en lo que se puede llegar a gastar todo el dinero que se ahorra durante el año.

Finalmente Jacob lanza la alerta ante el modo de vida consumista. Muchos cambiamos de móvil cada año, el vestuario se renueva continuamente. Un abrigo por temporada, un café aquí y allí. El mundo nos ha condicionado a una forma de vida en que continuamente estamos gastando en comprar, lo que se nos ha roto, se nos ha quedado obsoleto o nos aburre seguir viendo. Si quieres seguir su modo de vida, tienes que orientar tu vida hacia un mundo donde comprar no es mas que una necesidad puntual. Para ello apunta a dos posibles vías: tener las menos posesiones posibles, para desvincularnos de los objetos que nos atan mas que darnos libertad, y evitar comprar barato pensando en comprar dos veces.

Aunque tratándose de una personalidad alternativa, lo que uno esperaría seria que viviera con taparrabos o camisetas del Che Guevara, el escritor promueve la compra de ropa de calidad – que no de marca – pensada para que dure muchos años. Resulta grotesca e interesante su defensa de los trajes de lana, que pueden durar toda la vida. Hoy en día se piensa que solo hay que llevar traje en bodas, funerales, o por cuestiones laborales. Justo un defensor de la vida sin trabajar, aboga por una prenda que suele durar décadas. Pero en la misma linea sugiere comprar un buen abrigo, aunque sea caro, o buenos zapatos. Si no te preocupan las modas, intenta que la ropa te dure mucho tiempo.

Y para que sirve tener tanto tiempo libre? Muchos de los que mas amargamente se quejan de tener que trabajar, suelen afirmar que se aburrían estando en casa en los periodos de baja por enfermedad. Si no echas en falta tiempo libre, esta claro que este modo de vida, o algunas muy buenas ideas que se pueden aprovechar de el, no es para ti. Pero si te gustaría hacer tantas cosas, que no tienes tiempo para ellas, por que no reflexionar un poco sobre todo esto? En el tiempo libre, las horas y horas que a menudo perdemos, se puede:

  • Aprender muchas cosas que siempre se quisieron saber
  • Leer
  • Cocinar todo lo que se coma, abandonado las comidas preparadas que ahorran tiempo
  • Hacer ejercicio con mas libertad
  • Vivir de una forma mas natural y cumplir el mitico sueno de comer tus propios tomates
  • Trabajar para ti: ser tu ninera, el profesor particular de tus hijos, tu limpiadora. Todos esos trabajos que nos obligan a gastar dinero en poder ganar dinero, mientras estamos trabajando.

En cualquier caso, es fundamental tener una actitud activa ante el dinero. Parece que trabajando mucho se preocupa uno mas por el dinero, cuando es todo lo contrario. El trabajar tanto no lleva sino a tener una actitud algo irresponsable: todos los meses hay un ingreso en la cuenta, y siempre por la misma cantidad. La vida puede ser maravillosa. Sin embargo, si tienes un puñado de dinero ahorrado, y te toca invertirlo, tienes que tener mas cuidado, tienes que pensar qué haces, qué no haces, y sobre todo, si lo inviertes de una forma u otra.

Muchos dirán “esto no es para mi”. Pero la verdad es que el mundo en el que vivimos pone a muchos en situaciones “que no son para ellos” y ante ellas hay que estar mínimamente preparados. Es este una especie de libro de supervivencia, orientado a la vida urbana. Un libro en el que el autor ha explicado su forma de vida, lo que el es. Mucho mejor que tantos otros donde se trata de parecer lo que no se es.

Ordenadores y ajedrez en 1985

Gary Kasparov, en su reciente libro sobre sus enfrentamientos por el título mundial con Anatoly Karpov, menciona sin más detalle una de sus primeras experiencias contra ordenadores:

A finales de mayo llegué a Hamburgo, donde vencí en mi match contra Hübner 4,5-1,5 (3 ganadas, 3 tablas), di una simultánea de cinco horas contra computadoras de ajedrez (32-0) y tuve una larga entrevista con la revista alemana Der Spiegel, que financió la gira.

Indagando un poco al respecto se pueden ver online algunas de esas partidas:
Garry Kasparov vs Superstar 36K
Garry Kasparov vs Superstar 36K

En la primera de ellas, la máquina es abierta en canal como cerdo en matadero. En la segunda, la lucha por la victoria es mucho más compleja y difícil para el futuro campeón mundial.

Sin conservar la partida citada, Kasparov menciona en un interesante artículo de Chessbase, de donde se han tomado las fotos que muestro, las dificultades que le opuso una de las máquinas:

Llegado a un punto, me di cuenta de que estaba deslizándome en terreno pantanoso en una de las partidas, contra uno de los ordenadores de la marca “Kasparov”. Si esa máquina ganaba o aunque tan sólo empatara, la gente lo primero que diría es que me habría dejado la partida para llamar la atención de la empresa, así que intensifiqué mis esfuerzos. Eventualmente encontré una forma de engañar a la máquina con un sacrificio que esta no debía haber aceptado.

Sería muy interesante poder ver esa partida, en la que el mismo Kasparov reconoció que probablemente estaba perdiendo, ya en 1985.

Los personajes que se ven en segundo plano, encargados de las máquinas, tienen toda la pinta de usuarios avanzados de Unix, en la segunda foto se ve a uno que es idéntico a Dwight Schrute, el personaje de la serie “The Office”.

Si pagan los ricos


No es mi crisis. Dicho de muchas formas diferentes, el mensaje es que ante los problemas a los que se enfrenta el mundo actual, hay vencedores y vencidos, pero también tiene que haber inocentes y culpables.

Lo bonito de que la culpa de la crisis la tengan los bancos es que no tengo que gastar mis energías en tratar de entenderla. No tengo que corregir ningún comportamiento. Lo tienen que hacer ellos. Y se les debe castigar por sus excesos.

Que paguen los bancos y los más ricos. ¿Pero cuánto tienen que pagar ellos?

Amancio Ortega, el español más rico y uno de los diez más ricos del mundo, tiene ahora 21.000 millones de euros. La segunda persona más rica de España está a años luz de su fortuna. Si desposeyéramos a este rico, probable culpable de la crisis, de todo lo que tiene, se podrían pagar muchas ayudas sociales. Al mismo tiempo, España tiene unos cinco millones de parados. Con el dinero de Ortega se le podría dar 4.200 euros a cada uno de estos parados. La famosa ayuda de los 400 euros durante diez meses.

Si vamos a por el segundo más rico, Isak Andic, tenemos otros 6.100 millones de euros. Da para pagar la ayuda otros tres meses. Con la fortuna personal del décimo español más rico, Emilio Botín – la imagen demonizada de la crisis – se podría pagar 200 euros a todos los parados de España. Una vez.

Cifras superficiales, seguramente erradas, pero que dan un alcance de hasta qué punto el argumento “que paguen los ricos y se mantengan las medidas sociales” sólo queda perfecto en pancartas.

Consider including

Una de las facetas más extrañas de Gmail, el sistema de correo de Google, es que cuando redactas un correo, o respondes a una persona, te sugiere una lista de otras personas a las que incluir en dicho mensaje.

Esta faceta es molesta, provoca envíos erróneos que pueden causar muchos problemas. Me parece poco útil. Pero sobre todo la implementación se me hace poco afortunada, es algo propio de un proyecto universitario, no tiene calidad por ninguna parte, ni estética ni en los nombres que propone. No me gusta, como a miles de personas, y aún más, me parece que daña la imagen de Google con un algoritmo de barrio.

Si escribo a A y me sugiere a las personas B, C y D, y una y otra vez desestimo esas sugerencias. ¿Cuándo llegará el día en que deje de hacerlas? Si he intercambiado 20 mensajes con una sola persona en el mismo día, ¿Qué sentido tiene que me proponga incluir a cuatro personas aleatorias con las que intercambié un mensaje una vez, y hace semanas?

Lo peor es que entre esas sugerencias propone personas que vienen de mensajes enviados a cuentas diferentes. Si yo administro los correos de este dominio y al mismo tiempo gestiono una tienda en Ebay a través de otra cuenta de correo (algo que se puede y suele hacer con Gmail) no es muy lógico que me sugiera que escriba con la cuenta de correo asinorum.com a personas a las que nunca he escrito, sino con la cuenta de Ebay.

Un algoritmo mucho más sencillo a la hora de realizar sugerencias, con un porcentaje de aciertos muy superior al de Google: nunca sugerir nada. El 99.9% de los correos son a una sola persona o a un grupo de personas mediante una respuesta, a veces un correo antiguo al que se le modifica el asunto. El “consider including” (considera incluir) se muestra cuando la mayoría de las veces no se va a usar. El hecho de que se muestre siempre es una muestra más de que al producto le falta un buen hervor.

Molesta funcionalidad que sobre todo demuestra poca profesionalidad en el proceso de implementación.

Call Center indio

Hace una semanas estaba circulando por Internet un artículo narrando la vida de los que trabajan en los centros de atención telefónica de la India.

Alejado de la romántica visión del mundo plano que daba posibilidades para todos, la realidad es que estas aparentemente benévolas profesiones del primer mundo para trabajadores del segundo son una ratonera para todo el que trabaja en ellas.

Atrayendo a los alumnos más brillantes de las universidades, que encima tienen la opción de terminar sus estudios mientras ganan un buen sueldo, la realidad es que cuando llega el momento de abandonar ese trabajo, no hay alternativas reales suficientes. Muchos tienen que elegir entre pasar a cobrar menos, por un empleo supuestamente mejor, o aceptar que ese será su trabajo para siempre, independientemente de para lo que se hayan preparado.

Los servicios de atención al cliente deslocalizados han caído en total desgracia. La mayoría de las compañías empiezan a anunciar que sus servicios de atención al cliente están en el propio país, como forma de mostrar mayor calidad. Sólo quedan las empresas que miran las cuentas al céntimo o las que no tienen dinero para volver a montar una estructura tan costosa y compleja.

De ese artículo hubo una cosa que me llamó mucho la atención. Los trabajadores indios son continuamente insultados y despreciados por los clientes ¡No quiero hablar con un paki (de pakistaní)! Forma parte de la rutina de trabajo. Es atroz que un gañán de Dakota del Sur hable con un ingeniero, economista o médico indio y el gañán se sienta despreciado por el acento y aparente miseria humana de su interlocutor.

Y así, los trabajos que se realizan en un call center son muy diferentes. Como un guarda de seguridad, que nada tiene que ver estar en un polígono industrial, en un museo, en el Zara o en una discoteca. Para estos trabajadores los más desagradables puestos son los de atención al cliente y soporte técnico. Y los mejores, los de fraudes y engaños (phishing). Y es que el mejor trabajo, no siempre es el más digno. Una jornada de ocho horas, tratando con molestos clientes de ADSL, destroza la autoestima. Pero pasarte el día llamando a la gente para decirles que le ha tocado un premio, que el gobierno les va a conceder una subvención, sólo a cambio de que te den sus datos personales, es como sentirte Papá Noel.

El repugnante phishing genera alguno de los mejores puestos de trabajo que se están externalizando a otros países. Brutal.

Nos fumigan!!

Este graffiti en los baños de un conocido local musical de Madrid – y mejor restaurante a medio día – tiene ya sus años.
La búsqueda que sugiere, tiene los resultados apocalípticos esperados.

El acortador de mensajes, evitando manchar la pared con un texto excesivamente largo, sugiriendo una búsqueda de Google, es total.

Como la fotografía no es de estudio (para los puristas decirles que la hice con una exposición de 1/20 e ISO-59) , y hay lectores ciegos, el texto dice:

Nos fumigan!!
(Búscalo en Goggel)
y ZP lo sabe.

Gavión atlántico

La gaviota del Atlántico es oportunista y consigue la mayoría de su comida de la basura (esta llega a ser más de la mitad de su dieta) y capturando pescado. Sin embargo, a diferencia de la mayoría de las gaviotas, son muy depredadoras y frecuentemente cazan y matan a presas más pequeñas que ellas mismas, comportándose más bien como un ave rapaz más que como una típica gaviota.

No disponiendo de los talones curvados y afilados como cuchillas, capaces de arrancar de una rapaz, el gavión atlántico depende del asalto, fuerza física y resistencia mientras caza, atrapando la presa, reduciéndola a una posición de la que no pueda escapar y sea incapaz de defenderse efectivamente (por ejemplo clavándola en el suelo o manteniéndola en el aire) y dejándola que luche hasta la exhaustación. En ese momento, la gaviota cambia de posición a su captura tratando de partirle el cuello de un bocado o de un fuerte zarandeo, o le reventará el cráneo a picotazos.

El gavión atlántico puede también intentar aprovecharse del entorno en su favor, manteniendo la cabeza de víctima bajo el agua, hasta ahogarla, machacándole el cráneo contra el suelo o una roca, o dejándola caer desde alto contra una superficie dura, seguido de un golpe letal con el pico. Este comportamiento puede verse a menudo en zonas urbanas y en los vertederos, donde estas gaviotas se alimentan de palomas salvajes, ratas y ratones. A menudo roban a otras aves marítimas sus capturas y se las ha visto siguiendo a ballenas jorobadas, marrajos sardineros o atunes rojos tratando de robarles algo de pescado traído por estos animales mucho mayores.

El gavión atlántico es uno de los principales depredadores de aves marinas menores, matando y comiéndose sus huevos, crías y hasta pájaros adultos. Frailecillos del Atlántico, araos comunes, gaviotas de razas menores, golondrinas de mar, charranes rosados, pardelas, somormujos y gaviotas son capturados habitualmente por el gavión atlántico. Generalmente buscan crías porque son fáciles de encontrar, transportar y tragar. Pueden tragarse enteros a frailecillos (los pingüinos del Atlántico norte), gaviotas y patos pequeños.

[…] El águila calva y el águila de cola blanca son las únicas aves capaces de cazar gaviones atlánticos adultos y sanos. Las ballenas asesinas y los tiburones también pueden capturarlos.

La edad máxima que se ha registrado para un gavión atlántico es de 27 años y medio.

Salvo por algunos puntos y aparte, la descripción del comportamiento de este tipo de gaviota, ubicua en el norte de Europa, es más brutal que un episodio de Dexter. Teniendo un rango de alimentos casi infinito, capturando animales de todos los tamaños, tipos y desarrollos. Sin hacerle ascos a basuras. Un animal brutal, fuerte e inteligente (se ha visto a gaviotas usar trozos de pan para pescar peces). Además, es un animal que vive muchos años y sin apenas depredadores. Luego con razón se puede ver el indicativo de “Con el mínimo riesgo de extinguirse”:

En la búsqueda del animal mítico e indestructible estas gaviotas se han ganado un lugar de privilegio.

Formato de baloncesto

El baloncesto en España ya no tiene ninguna esperanza de pelear por el puesto de honor del fútbol. En casi todos los países del mundo ocurre más o menos lo mismo (sí, hay grandes excepciones). Pero ahora que se está jugando el Eurobasket – campeonato europeo de baloncesto masculino – me dan ganas de protestar e indicar que el formato de competición de estas competiciones es sencillamente penoso.

Sólo se explica desde el punto de vista económico. El baloncesto tiene tirón suficiente para que los partidos de los equipos nacionales se retrasmitan en las televisiones y alguna gente los vea. Las entradas de los estadios se venden con cierta facilidad y se hacen buenas taquillas. Los aficionados tienen siempre mono de partidos, cuantos más mejor. Pero de cara a popularizar el juego, elegir estas formas de torneo causa un gran daño a largo plazo. Es como el turismo de vuelo barato, botellón y noche de empalme sin hotel. Da dinero ahora, pero te lo quita del futuro.

En el Eurobasket, y también en el Mundial de baloncesto, la competición tiene el preámbulo de un montón de partidos amistosos, al menos por parte de España. Estos amistosos realmente no tienen ni pies ni cabeza. En este torneo España ha disputado ocho encuentros. Casi todos repitiendo rival (dos contra Australia, dos contra Eslovenia, dos contra Lituania).

Habrá equipos en el mundo, la mayoría de los buenos son europeos, dos de los mejores americanos. Pero España tiene que jugar contra equipos europeos, como preparación al europeo. Tal vez porque selecciones como China o Canadá no están interesadas en prepararse para una competición que no tienen. Pero el hecho de que España se enfrente a la favorita del europeo – siendo el equipo español el otro gran aspirante al título – es algo que escapa a toda búsqueda de espectáculo. Los dos mejores equipos, o dos de ellos, se enfrentan en dos fechas de la misma semana, quince días antes de empezar la competición. Eslovenia es otro de los equipos contra los que es muy probable que haya que pelear en la fase de eliminatorias. Pero no hay problema, se organizan dos partidos previos.

Si desde el punto de vista español estos preparativos me parecen cuestionables, para los otros equipos quizás lo sean aún más. La necesidad que tiene Francia de perder contra España antes de un torneo donde, a priori, todo son expectativas.

Lo malo del baloncesto es que todo esto viene ocurriendo desde hace un par de décadas. En fútbol es impensable que haya un España-Argentina dos semanas antes del Mundial. Eso condiciona toda la competición, muchos equipos dejan de sentirse favoritos.

Y si los amistosos no me cuadran, la fórmula del Eurobasket es propia de deporte aficionado, donde algunos torneos te garantizan un número mínimo de encuentros. Que todo el mundo juegue los máximos partidos posibles. Que haya muchos partidos.

Hay 24 equipos clasificados para la fase final del europeo, casi la mitad de los países de Europa. En el torneo de fútbol europeo sólo participan 16 equipos. Estos equipos se reparten en cuatro grupos, de seis equipos cada uno. Esta fase preliminar se eliminan a los tres peores equipos de cada grupo.

En la segunda fase, de grupos, se mezclan los componentes de pares de grupos. Los tres mejores del A, con los tres mejores del B, forman un nuevo grupo, en el que se mantienen los resultados de la fase anterior. Sólo quedan enfrentarse los equipos del A con los del B. De esta fase sólo se descartan a dos equipos por grupo. Pasan cuatro, dos se quedan. De nuevo lo difícil es no clasificarse. Así, en cierto modo, es como si el torneo formase tres grupos de dieciséis equipos, se jugase una especie de liga, de todos contra todos, y se clasificasen los cuatro mejores. El dividir el proceso en dos pasos evita que el número de rondas sea ya exagerado.

Luego, ya por fin, llegan las eliminatorias, con los ocho mejores equipos, desde la fase de cuartos de final. El formato verdaderamente emocionante. Todavía tiene el punto desagradable de que se lucha por los puestos del quinto al octavo. Te eliminan en cuartos de final pero todavía tienes derecho a jugar un par de partidos.

El problema principal es, en mi opinión, que si no estás muy metido en el baloncesto, sino que simplemente te gusta un poco, esta forma organizativa desincentiva por completo el que quieras ver los partidos. A mi me asquea el fútbol pero me encanta ver los partidos de la selección – ojo, no los amistosos – porque sé que son épicos, parte de la historia. Una semifinal de fútbol de España contra Alemania, se gane o se pierda, es algo que se recuerda siempre. Pero, ¿Otro España-Lituania? Sabes que han jugado hace quince días dos partidos, ahora otro. En semifinales, tal vez alguno más. La intrascendencia del resultado de un partido es exasperante. El no saber exactamente cuánto queda para terminar, si es un partido más o el gran partido, eso pierde mucho para el deporte. Hay una parte del público – tal vez tan pequeña que no merezca la pena tenerla en cuenta – que es capaz de ver una final de hockey sobre patines femenino si se le sabe explicar que ese partido es histórico y decisivo. Ese tipo de público se siente frustrado con las competiciones nacionales de baloncesto, por esos formatos tan poco competitivos.

Me parece que el baloncesto es un deporte excelente pero con competiciones aburridas y mal pensadas.

Madrileños por el mundo

Estaba tan convencido de que había escrito algo con este título, que hasta he tenido que recurrir a Google para comprobar que no era asín. En cualquier caso, lo que hubiera escrito en su momento tendría que ser revisado, con este otro.

Al principio, como a tantos otros, me gustaban esos programas del tipo “Madrileños por el mundo”. Esa sensación de viajar sin salir de casa, de ver el mundo en los ojos de otros, que son parecidos a ti porque también han comido bocadillos de calamares en la Plaza Mayor. Son programas muy frescos y desenfadados.

No sé quién inventó el formato, sé que decenas de cadenas lo han copiado, manipulado y estirado hasta la saciedad, hasta que ya comienza a haber cierto hartazgo. Se usa como paradigma de la televisión de calidad, del periodismo urbano, de la televisión para los ciudadanos. Pero no dejan de ser superficiales, una versión de los documentales de la 2 donde no te duermes.

Ya estoy totalmente harto de estos programas, aunque me siga gustando verlos. Lo que más me molesta de ellos es lo mismo que desespera a los expatriados españoles, una población más extensa de lo que muestran estos programas. ¿Qué tienen de malo estos programas? La simplificación de la realidad, no para hacerla comprensible, sino para hacerla bella. Una simplificación que se convierte en tergiversación.

Hace pocas semanas el País dominical publicaba un reportaje, aparentemente interesante, sobre Estados Unidos y España. Entrevistas, fotos, opiniones, de estadounidenses que viven en España y de españoles que viven en América. Como imaginaba, a pesar de la impecable aportación de Antonio Muñoz Molina, era un producto descafeinado, edulcorado y decorado. Pero exageradamente.

Entre los españoles a los que entrevistaban estaba la actriz Paz Vega, entre los americanos, el embajador en Madrid. Hay más de 70.000 españoles viviendo en Estados Unidos, pero ellos entrevistaron a una de los cinco personas más famosas. Había otros casos, pero siempre en la misma línea: un médico español que es de los más importantes del mundo, siempre gente de primerísima fila. Entre todas esas opiniones llamaba la atención, como si de un error se tratara, la opinión de una camarera en Nueva York, desencantada y apurada económica y emocionalmente.

En esta línea de sesgo estadístico uno se puede plantear, ¿Por qué no imaginar un madrileños por el mundo, en el propio Madrid?

  • Nuestro primer invitado se llama Iker Casillas y trabaja en un equipo de fútbol. A pesar del tráfico y de la contaminación nos confiesa ser un enamorado de la ciudad. Nos enseñaría un restaurante de comida vasca en que la comida que está realmente buena. Visita al Santiago Bernabeu y la sala de trofeos.
  • El segundo invitado es Esther Koplowitz. Trabaja en una constructura y aunque es una profesión donde las mujeres escasean, en ningún momento se ha sentido marginada. Nos enseñaría, a la salida del trabajo, su casa en las afueras, con jardín, piscina, pista de tenis y algunos caprichos más. Nos cuenta que a los madrileños les gustan mucho los jardines y una prueba de ello son el Retiro y la Casa de Campo.
  • Para cerrar el programa, hemos quedado con Alejandro Sanz, que aunque no es madrileño de nacimiento, lleva en la Comunidad desde los ocho años. Nos tocará algo de música con su guitarra. Es un chico campechano y divertido, algo bohemio como todos los músicos. Nos enseña las discotecas de Madrid, sin colas, sin seguridad, sin garrafón.

Lo que parece una mala broma, en esta perspectiva de madrileños por Madrid falla de la misma manera que lo hacen estos programas. Te muestran a un grupo humano totalmente sesgado que para nada representan el promedio que uno puede encontrar en dicha ciudad o país. Y el sesgo es positivo, siempre gente a la que le va bien o muy bien.

Parte de esta parcialidad lo provoca la propia idea del programa. Si te fuiste a Kansas hace diez años, en busca de una vida mejor, y has acabado como camarera en Hooters, no tienes nada que te haga sentir avergonzada o una perdedora. Eres una persona más que ha luchado en la vida como buenamente ha podido. Pero está claro que no te interesa que alguien haga un análisis de tu vida y lo muestre a todos los españoles que no queremos abandonar el país. Porque la vida de una camarera de Hooters, o la de un contable en Birmingham, o la de un carnicero de 50 años en Burdeos, no tienen nada de interesante y en algunos puntos está plagada de pequeños fracasos. Como las de todos nosotros.

Estos programas son para ganadores, para reyes y reinas del mambo. Lo salvan algunas personas que han tenido vidas inusuales, un tanto bohemias por lo infrecuente, pero no por la vida contemplativa y ociosa. Hay guías turísticos en parques naturales, artesanos en países remotos, médicos sin fronteras de las de verdad.

El paradigma estaría en el directivo de Indra que se marcha a un país latino como El Gran Jefe. Te mueven hasta las alcayatas de tu casa española, que aparece teletransportada en Panamá. Además, te pagan por mudarte. Y te pagan la casa. Y te pagan más sueldo. Y te pagan a un guarda de seguridad. Y el colegio privado de los niños, que ahora es el mejor. Y te regalan vuelos a tu país para cada tres meses. Y antes eras jefe para ahora ser mega-jefe. La realidad es que por cada uno de estos afortunados, hay diez desgraciados que se dan cuenta de que la clausula del contrato donde se firma “disponibilidad para viajar” no era casual. Que tienen compensaciones mediocres, con ultimátum de lo tomas o lo dejas y necesidad de pagar la hipoteca y parte del alquiler en Bogotá. Cuando el programa te muestra el piso del superjefe, uno se siente congraciado con la vida en Panamá. Basta con ir allí para tener garantizado un piso de 190 metros cuadrados.

En el programa que más he visto, que es el de Madrileños por el mundo, hay una serie de preguntas que se repiten siempre y que a veces resultan totalmente fuera de lugar.

La primera es preguntar por el tamaño de las viviendas. Una de las ventajas de vivir en el extranjero es que la vivienda es barata y sobre todo extensa. Como si sorprendiera que las casas en Filipinas fueran mucho mayores que la media del apartamento en Madrid – y de nuevo con el sesgo de la casa de una persona a la que le ha ido bien. Una forma excelente de resaltar que fuera de España atan a los perros con longaniza es esa bonanza inmobiliaria, lo de España con los pisos es algo patológico que tenemos en parte de nuestro ADN .

Otra pregunta continua es el ¿Qué echas de menos de Madrid? Aparte de la familia y los amigos, cada cual tiene sus filias propias. Normalmente se mencionan cosas en las que uno no repara. La vida en las calles, que los bares cierren tarde, la seguridad. Lo que uno no aprecia porque da por hecho, hasta que se marcha y conoce nuevos países donde descubre que no siempre tiene que ser así. Lo cierto es que esta pregunta demuestra muchas veces que estas personas no echan de menos su vida pasada. Con el paso del tiempo han ido adaptándose a la nueva vida y la anterior se queda como una serie de ventajas puntuales que quedaron atrás.

Y al hilo de esta siempre llega otra. ¿Cuándo piensas volver a Madrid? Es una pregunta atroz, que presagia algo de sinrazón en el hecho de estar en otro país, como si solo pudiera ser algo temporal. Como si los pisos de allí fueran enormes pero la comparativa siempre fuera para peor. Esta pregunta es absurda porque la mayoría de la gente suele responder que nunca. Algunos de una forma espectacular: he estado veinte años buscándome la vida en una isla del Pacífico como para ahora jubilarme en los alrededores de la M30.

Otro aspecto a indicar de estos programas es su falta de compromiso con la veracidad. Se dicen generalizaciones enormes que simplemente son mentira, se dan datos dudosos o totalmente falsos de atracciones turísticas, hechos históricos y monumentos. El dato lo da el invitado mientras conduce por las calles de Varsovia y no hay edición ni corrección por parte del programa. A mi me parece que todas las húngaras son guapas y el día que emiten ese programa todo España está convencida de que así debe ser. Me suena que la revolución rusa fue en 1812 y gracias a mi gazapo más de uno se quedará con esa idea de un Lenin napoleónico. Fui un lunes a ver el Museo del Prado y digo que los españoles son tan vagos que a veces no abren ni los museos importantes.

En resumen, estos programas despiertan amor y odio, son muy amenos, que duda cabe. No es mi intención criticar por criticar, creo que programas peores que estos son la mayoría, pero que no por ello habría que tratarlos como vacas sagradas.